De Aves y Viajes

domingo, 30 de mayo de 2021

Parque Nacional Calilegua-Parte 2

 Parque Nacional Calilegua - Parte 2

Continuando dentro del Parque Nacional Calilegua, en el cual estuvimos diez días acampando, pudimos ver muchas mariposas de las yungas jujeñas, como esta fabulosa Daga naranja (Marpesia petreus preteus), hermosa por donde se mire…

O estas, quizás más comunes pero igual de hermosas… Limonera chica (Heraclides astvalus astvalus) en la primera imagen y en la segunda una Piripinto de la col (Ascia monuste).


Yendo por el camino interno, justo en la salida del campamento de vialidad llamado “Pacarita”, estaba este árbol lleno de nidos colgantes que emulaba un arbolito navideño… Son nidos de Yapú (Psarocolius decumanus), viven en colonias y tejen sus nidos en los extremos de las ramas.

Este es el Yapú, el nombre se debe a su canto: “yapuuuu”. Es un ave muy grande, 40 cm el macho y 30 cm la hembra.

Aquí vemos a un yapú saliendo de su nido, seguramente tenía pichones porque llevaba alimento constantemente, era un ir y venir continuo…

No todo es alegría en la vida del Yapú: esta pequeña avecilla de la foto que sigue, es un Tuquito chico (Legatus leucophaius), se lo encuentra asociado a las colonias de Yapú. ¿Por qué? Bueno, este pequeñín, de solo 14 cm (apenas mayor que un gorrión) molesta tanto a esos grandulones que termina quedándose con uno de sus nidos...

En varias ocasiones salimos a recorrer el lecho del Rio San Lorenzo, adyacente al camping y que en esta época del año tenía poco cauce, en algunas partes lo podíamos cruzar saltando sobre piedras sin mojarnos. Sobre el barranco que está detrás de Joaquín, se ubica el camping.

Cerquita nomás, observamos este ejemplar macho de Martín pescador chico (Chloroceryle americana).

Siguiendo el curso río arriba, o sea, metiéndonos dentro del parque nacional, pues para el otro lado en unos escasos 200 metros se sale del mismo, encontramos la mayor cigüeña del Nuevo Mundo, el Tuyuyú (Mycteria americana), primera foto. Un poco lejos pero la pude fotear y ahí cerquita la muy conocida Espátula rosada (Platalea ajaja), segunda imagen.


De repente, ahí estaba mirándonos: una Bandurria boreal (Theristicus caudatus), hermoso animal, en las tardes previas, ya cayendo la noche, había oído su típico canto cuando pasaban volando sobre el río pegado al camping y ahora tenía delante tres ejemplares, va la imagen de una de ellas.

Y no podían faltar las mariposas, que como les conté abundaban en el lecho del río y de los abundantes arroyos aledaños. Esta foto es de una polilla Comodín de Lineo (Cyllopoda jatropharia), una preciosura, vean ese contraste… parece pintada.


          De pronto algo se mueve entre las piedras, se ve y no se ve, está y no está, pero sí… es un Chorlito de collar (Charadrius collaris), tiene el color justo para pasar desapercibido...

La noche previa a este hallazgo habíamos escuchado sonidos extraños, parecían cerdos o pecaríes gritando muy cerca del camping, debajo del barranco, y ahora veíamos la posible razón de esos gritos, aunque no encontramos rastros de ningún animal muerto. Esta huella es sin lugar a dudas de un puma (Puma concolor), enorme la patita… (Teníamos un folleto con las huellas de los distintos animales del parque).

Encontramos además muchas otras huellas, como esta enorme de un Tapir Anta (Tapirus terrestris), en la foto vean que hay una moneda de $2.- (2,5 cm de diámetro) apoyada para poder comparar el tamaño, según el guardaparques este tapir andaría cerca de los 150 kg.

No se engañen con la foto del aguará pope (Procyon cancrivorus), es mucho más pequeña de lo que aparenta; el aguará popé o mayuato es de una especie de mapache que la decima parte del tapir, ronda entre los 10 y 15 kg de pesa.

Sobre las piedras del lecho del Río San Lorenzo y del arroyo Aguas Negras dentro del parque encontramos unas arañas. Eran muy rápidas y se desplazaban sobre el agua con gran facilidad, la de la imagen parece llevar su saco de huevos a cuestas. Su tamaño con patas incluidas iba de 6 a 10 cm de diámetro (Trechaleidae sp.)

De repente veo un ave grande, fue algo fugaz, me pareció un pato pero voló muy rápidamente. Al acercarnos nos damos cuenta de que había volado siguiendo un arroyito que se une al río San Lorenzo y, por supuesto, la seguimos… Luego de pasar unos arbustos así se veía:

Al poco rato lo encontramos, fue algo momentáneo también pero claramente vimos que era un pato real (Cairina moschata). Volvió a volar nuevamente siguiendo el arroyito, lo cruzamos otra vez, pero nunca lo pude fotografiar y claro… nos perdimos siguiendo a ese bendito pato criollo, como 6 horas caminando, toda una odisea... Terminamos escalando una barranca de arcilla resbalosa que según el GPS daba al camino. El camino estaba, pero fue un parto llegar ahí arriba… y después tuvimos que andar un montón para llegar al camping… Va otra vista del arroyito donde nos perdimos con Joaquín, vean los barrancos cada vez más altos… y más adelante se hacían mucho más altos.

De pronto se escuchó, a un lado del arroyo, una especie de guarrido (igualito a un cerdo): ese sonido delataba a una belleza que realmente contrasta con su voz. Tucán grande (Ramphastos toco), esta ave es una de las maravillas que pudimos ver en este viaje, miren, se asoma como curioseando…


En el curso de este y otros arroyos muchas mariposas bajaban a beber en la arena húmeda, aquí van algunas de esas bellezas aladas: Zafiro yungueña (Doxocopa cyane burmeisteri), primera imagen y en la segunda una Pequeña naranja (Ortilia gentina)


Cerca del camping apareció esta tucura quebrachera (Tropidacris collaris), cuyo tamaño realmente llama la atención, medía cerca de 10 cm.

Por la noche tuvimos la visita de este luminoso coleóptero que posteriormente identificamos como un Tuco luciérnaga (Pyrophorus punctatissimus), que a pesar de su nombre no es una luciérnaga, que pertenecen a otra familia. Además de esos órganos luminosos cercanos a los ojos, tiene otro órgano más luminoso en el vientre que solo se ve cuando vuela. Es grande: mide unos 3 cm.


            En la mañana del último día nuestro vecino, este Cerquero de collar (Arremon flavirostris), se dejó tomar una foto donde se puede ver lo bonito que es (además de ser una nueva especie observada). Este bichito es muy pero muy confiado, todas las mañanas venía a picotear alrededor de la carpa a escasa distancia, incluso se metía debajo del sobretecho y sobre los borceguíes, pero no podía tomarle una buena fotografía… todo llega.

Realmente las Yungas son fascinantes, su biodiversidad es invalorable, espero se sigan conservando. El Parque Nacional Calilegua es un lugar con mucho para ver… es para volver. 

sábado, 22 de mayo de 2021

Parque Nacional Calilegua - Parte 1

Parque Nacional Calilegua-Parte 1

             El Parque Nacional Calilegua se encuentra en la provincia de Jujuy a unos 115 km de la capital provincial y a escasos 3 km de la localidad de Libertador General San Martín, aquí es donde nos abastecíamos ya que en el parque hay una zona de camping con sanitarios, pero es prácticamente un camping libre: los guardaparques están de 8 a 20 horas, no hay agua potable, no hay dónde comprar cosas y no hay electricidad (para recargar baterías y pilas descubrimos un toma externo detrás de la oficina de los guardaparques).

Este parque alberga una muestra de biodiversidad de las yungas andinas en muy buen estado de conservación. Con sus 76300 hectáreas es el parque nacional más grande del noroeste argentino.

Desde Jujuy tomamos la RN66 y al llegar a San Juancito se conecta con la RN34, que tomamos hacia el norte por unos 73 km más, donde se llega a Libertador General San Martín, y desde ahí a unos 3 km por la RP83 se llega al PN Calilegua.

La RP83 es un camino de tierra que atraviesa todo el PN y que se encuentra en buenas condiciones. La recorrimos varias veces, a pie, en auto y en colectivo…

Al llegar al PN nos anotamos con los guardaparques y a unos 150 m estaba el camping agreste Aguas Negras. Esa que se ve es nuestra carpa.

Esta vista es desde el camping mirando hacia la derecha. El río que se ve es el San Lorenzo, del otro lado del camping corre el arroyo Aguas Negras. Detrás de la baranda hay un barranco de unos 20 metros de altura.

Este tucán nos visitó varias veces en el camping, se posaba en el árbol alto próximo a la carpa. Tucán grande (Ramphastos toco). Después lo encontramos en varias partes del parque… lindo bicho.

Este es el arroyo Aguas Negras (en realidad las aguas son coloradas pero...) a unos 200 metros a la izquierda se une al río San Lorenzo y pasan los límites del parque. Sobre ese barranco está el camping Aguas Negras y debajo de ese árbol alto está nuestra carpa.

El camping es lo más bajo en msnm dentro del parque, está a unos 400 msnm. De aquí en adelante, cuánto más se ingresa en el PN, más alto se está... Aquí una vista del Río San Lorenzo desde el mirador homónimo. Lo que se ve es selva Pedemontana, que va desde los 400 a los 700 msnm. Si habremos caminado por ese lecho... Este mirador está a unos 150 metros de altura respecto al nivel del río.

En este mirador, mucha gente para a tomar mate y comer algo, además hay un sendero que sale desde aquí y… donde puede quedar comida no faltan las urracas, Urraca Común (Cyanocorax chrysops).

Una vista de parte de la selva de montaña, aquí estaremos a unos 800 msnm. Vean la nubecita y aquí cerquita parte del camino que serpentea...

            Por supuesto aquí no faltan las mariposas, las hay más comunes y no por ello menos bellas, pero vean esta asombrosa Hollín de hombros verdes (Gorgopas trochilus), muy hermosa a pesar de su simpleza.

Esta es una vista de uno de los diez senderos que se pueden recorrer dentro del parque. Esta imagen es del sendero "La junta", en todos ellos se van descubriendo cosas a cada paso...

Aquí, una parte del camino (Ruta 83) que atraviesa el parque. Esa curva se llama "La aguada del tigre", baja un pequeño arroyo y forma una especie de fuente en esa curva (la aguada), antes de pasar por debajo del camino.

En esa aguada, en un pequeño árbol cuyas ramas caían sobre la fuente, había un nido de picaflor muy prolijo pero vacío aún. Vean qué camuflaje…es rechiquito.

Muy probable que sea del Picaflor Vientre Blanco (Amazilia chionogaster) que era el más común en la zona y estaba cantando por todos lados… una cuestión hormonal creo…

Y como estábamos parados no quedaba otra que dejarnos asombrar por esas vistas, ahora ya saliendo de la selva de montaña, a unos 1500 msnm. Después de esto ingresamos al bosque montano.

Seguimos subiendo y al llegar a los 1500 msnm se ve un cambio en la vegetación, esto ya es bosque montano. En el fondo de la imagen se divisa el lecho del río San Lorenzo.

Y al mirar hacia lo alto sobrevuelan, buscando qué comer quizás, las rapaces. Subo dos de ellas, nuevas especies para mí: En la primer imagen un Águila cola corta (Buteo brachyurus) y en la segunda un Milano tijereta (Elanoides forficatus)

 

Y por fin llegamos a la salida del parque o la entrada del otro lado… Este es el punto de mayor altura del parque dentro de lo que se puede visitar (1700 msnm), lo llaman "El monolito" y bueno… hay un monolito. Ese es nuestro autito alquilado, la flecha está puesta para señalarlo. Vean esas nubes…

Apenas bajamos del auto nos chistó un arañero corona rojiza (Myioborus brunniceps), quería ser fotografiado parece, otro especie nueva.

Desde aquí sale un sendero que se llama “Bosque del cielo”, comenzamos a caminarlo y aparecieron más especies nuevas, como el Birro chico (Pyrrhomyias cinnamomeus), el Cerquero cabeza castaña (Atlapetes fulviceps) y la Ratona ceja blanca (Troglodytes solstitialis).

Pero lo más sorprendente de este sendero no fueron las aves, por más especies nuevas que sean, sino una familia de monos caí o capuchino (Sapajus cay). En esta primera foto un juvenil, muy curioso, nos miraba con la misma intriga con la que lo mirábamos nosotros.

Toda la familia (6 individuos) nos siguió por el sendero unos 200 metros hasta que el mono de la segunda foto, aparentemente el macho dominante, comenzó a saltar y a gritar, y toda la familia desapareció. Había también una hembra con dos más pequeños pero siempre se mantuvieron a buena distancia.

Al salir del sendero “Bosque del cielo” vimos este cartel de ingreso al parque que nos invitaba a buscar al pequeño batracio que, en nuestro país, solo vive en las yungas jujeñas… y allí fuimos, detrás del cartel una barranca profunda nos esperaba…


Bajamos, caminamos, saltamos, subimos, volvimos a bajar y sí, ahí estaban los pequeños batracios, lo llamativo es que en lugar de saltar caminaban lentamente. Va una de las fotos del sapito de panza roja de la yunga (Melanophryniscus rubriventris).

Bueno, misión cumplida, volvimos al camping, pero en el camino encontramos nuevas sorpresas… 

Se viene la parte 2.

sábado, 15 de mayo de 2021

Macá grande (Podiceps major)

 Macá grande (Podiceps major)       

        El macá grande es el mayor de los zambullidores de nuestro país, su tamaño (44 cm) y su pico largo lo distinguen de los otros macáes. Es también conocido como huala, denominación que proviene de la lengua araucana (wala) y es una onomatopeya que intenta recordar su voz melancólica y profunda, si lo han oído cantar saben cómo es y si no, presten atención cuando anden cerca de un humedal... 


La cabeza del macá grande es gris, con un semicopete y nuca negros. El cuello, negruzco por detrás y canela rojizo en los costados y por delante. La parte ventral es blanca con los lados del pecho canela; la dorsal pardo negruzca con reflejos verdosos. 



La parte lateral del cuerpo es gris tendiendo a pardo. Las alas son pardas con blanco en las secundarias y en algunas primarias. Su cola es de color castaño rojizo; su pico es pardo, largo y puntiagudo (notable) y las patas, negras.


    En reposo sexual la garganta y parte de la cara son blancas. La corona y el cuello ostentan una tonalidad grisácea.


        Los macáes grandes habitan cursos de agua, lagunas, bañados, esteros y embalses de gran parte de Sudamérica, exceptuando el extremo norte. Para nidificar eligen un sitio de aguas calmas y densa vegetación y allí construyen una plataforma flotante hecha de plantas acuáticas y amarradas a un soporte, donde ponen de 3 a 4 huevos blancos. A medida que se van incubando se van manchando de oscuro, porque cada vez que dejan el nido, los padres los cubren con vegetales que los van tiñendo.

Antes del mes nacen los pichones; a las pocas horas ya pueden nadar, aunque prefieren viajar sobre el lomo de sus padres.


        Vean en este video cómo estos pequeñines van sobre sus padres como si estos fueran nidos flotantes y cómo uno de los pichones, al bajar, nada sin ningún inconveniente, aunque después prefiera ir apretado en un transporte ya ocupado…



En la imagen que sigue se ve a los pichones, un poco más crecidos, que siguen constantemente a sus padres. Quieren comida… pero no la piden, la exigen, ya verán…


            Su nombre científico proviene del latín. “Podiceps” procede de la combinación de las palabras “podicis” que significa «ano» y “pes” que significa «pie»,​ en referencia a la posición trasera de sus patas; y “major” significa «mayor»,​  o sea:  es el mayor o más grande de la familia Podicipedidae. Miren la próxima imagen y observen la posición de sus patas.


            Y, si bien van creciendo y su tamaño equipara al de sus padres, estos “pequeños” continúan siguiéndolos y exigiendo comida a los gritos. Cuándo digo a los gritos es literal, vean esta otra fotografía…


            Pero, como bien dice el tango “el que no llora no mama”, finalmente obtienen su recompensa… Este pez fue capturado por el adulto y entregado al juvenil.


            De todas formas ese bocadito no hará callar esa bocota, están en pleno desarrollo… necesitan comer…


            Se alimentan de peces, crustáceos, anfibios, arácnidos, insectos acuáticos y larvas; la mayoría de las veces lo hacen buceando, lo cual realizan con mucha habilidad; o como este de la imagen que va, desde la superficie, espiando lo que hay debajo del agua…


            En esta oportunidad con éxito, logró obtener un renacuajo bastante grande, es solo un bocadito, ni bien lo trague se sumergirá en busca de más…


            Y aquí, luego de un buceo sacó un dientudito al que solo se le ve su cola… lo tragó tan rápido que no me dio tiempo a fotografiarlo… y eso que lo estaba esperando.


Duerme sobre el agua colocando la cabeza sobre su dorso, en la imagen una pareja y sus tres pichones (ya creciditos) están tomando una placentera siesta…


        Los macáes pueden ser confundidos con patos, aunque se diferencian claramente por su pico cónico. Si se tiene la extraordinaria oportunidad de verlos caminar fuera del agua, se notará que lo hacen erguidos y que sus patas tienen cuatro dedos lobulados, otras notables diferencias con los patos.




            A medida que crecen van modificando su plumaje, desde ese rayado conspicuo que vimos en las fotos de arriba cuando recién nacen, hasta el plumaje de adulto, pasando por una variada gama de plumajes intermedios. En su cabeza se siguen viendo las rayas hasta que es adulto.






            Bueno es hora de desperezarse y salir a buscar comida nuevamente… vean que posición tan extraña, parece una de esas naves de ciencia ficción… se ve muy aerodinámico.



Picos raros, que familia!

Vaya familia, ya arrancamos complicados con el nombre: Threskiornithidae , veamos su origen: proviene del  griego threskeia , que significa ...