De Aves y Viajes

martes, 20 de junio de 2023

Palomas Bonaerenses

 Las palomas pertenecen a la familia Columbidae que se encuentra dentro del orden Columbiformes, este incluye a unas 284 especies de las cuales 25 las podemos encontrar en Argentina y solo 7 en la provincia de Buenos Aires, una de ellas es exótica y es quizás sea la más conocida por la gente: la Paloma Doméstica (Columba livia), ¿quién no ha visto en una plaza a estos simpáticos emplumados?

O ¿quién no se ha quedado boquiabierto al ver volar desde un techo decenas de palomas al mismo tiempo y luego ver esas bandadas volar en círculo solo para volver a asentarse en el mismo lugar?


Comencemos entonces por esta paloma exótica y luego volaremos con las dueñas de casa, las autóctonas…

Paloma Doméstica (Columba livia)

 Como ya dije es quizás la más conocida tal vez por estar presente en casi todas las ciudades. Es un ave de unos 31-34 cm, peridoméstica, con pico negro y patas rojizas. Su plumaje suele ser gris azulado con dos bandas negras en sus alas plegadas



Aunque su coloración puede ser muy variable, algunas con dominio del blanco, otras del negro o diversas combinaciones. Además, suelen tener reflejos verde violáceos en el cuello.


El macho durante el cortejo hace un gutural cuturrucú… cuturrucú… Su nido consiste en una plataforma de palitos, pajas y tallos, mal armado y desprolijo, como el de casi todas las de la familia que veremos. Lo ubica en huecos de casas o acantilados o sobre plataformas diversas. Pone dos huevos.


Las especies exóticas, como lo es la Paloma Doméstica, pueden convertirse en una plaga, la cual se vuelve muy difícil de eliminar o de controlar. Su distribución original es el norte de África, sur de Asia y oeste de Europa, pero actualmente se ha extendido por casi todo el mundo.

En cuanto a su llegada a nuestro país no hay datos categóricos, pero podemos deducir que es bastante antigua, quizás a mediados del siglo XIX, siendo en ese momento un ave productora de carne a la par de las clásicas aves de corral.  En una estancia cercana a la ciudad de Azul encontré un viejo palomar de esa época que atestigua el momento en que la gastronomía argentina cambia el rumbo mirando a las prestigiosas casas europeas, cuando el pichón de paloma comenzó a verse como un delicado manjar.

Vean esta imagen del palomar desde afuera y en su interior

El 15 de agosto de 1886 llegaron a Buenos Aires dos colombófilos belgas cuyo destino era Zárate. Ambos llevaban palomas. De a poco la actividad fue desarrollándose y entidades colombófilas se ocuparon de su cría y cautelosa selección en cautiverio para promoverla como ave mensajera, efectuando exposiciones y competencias. Esta actividad se extendió desde Zárate a Buenos Aires, y posteriormente se diversificó la afición en ciudades como Bahía Blanca, Rosario, Avellaneda, Santa Fe, Córdoba, y Pergamino.

Entre 1915 y 1920 había un palomar ubicado cerca de la Avenida de Mayo, luego su expansión fue el resultado de la combinación entre la falta de predadores y la abundancia de recursos y espacios para anidar.

La Paloma Doméstica abunda en las ciudades, pueblos y casas de campo, pero a veces se la puede ver habitando las barrancas junto al mar (Mar del Plata), donde anida en cuevas, pues éste es su hábitat ancestral en Europa.

La Paloma Doméstica suele encontrarse en parejas en la época reproductiva, viéndolas en curiosos situaciones que, humanizando la terminología, parecen verdaderos enamorados


Y si te ven te miran como “sonrojándose”, o como diciéndote: “que miras bobo”


El resto del tiempo son gregarias, constituyendo grandes bandadas o agrupándose en grandes cantidades en lugares públicos, vean esta imagen parezco un adiestrador:


Las Palomas Domésticas duermen en los salientes de los acantilados, muros y demás estructuras elevadas, pero nunca en las ramas de los árboles, en las que no pueden mantenerse agarradas; de todos modos, es raro, pero se las puede ver posadas en ramas…

La Paloma Doméstica, al tener hábitos mayormente urbanos, no ha entrado en competencia directa con las otras palomas grandes autóctonas, como la Paloma Picazuró (Patagioenas picazuro) o la Paloma Manchada (P. maculosa), aunque la presencia de estas últimas es cada vez más común en las ciudades.

Varios predadores autóctonos la consumen, especialmente el Halcón Peregrino (Falco peregrinus) y el Gavilán Mixto (Parabuteo unicinctus), por lo que se los puede observar en los edificios de las ciudades, antenas, torres de iglesias y parques urbanos cada vez con mayor frecuencia, a medida que la población de palomas, llámese alimento, aumenta.

En realidad, el impacto ambiental más preocupante de esta especie es sobre los edificios, donde instala sus dormideros y nidos, y sobre la salud humana debido a las grandes cantidades de heces, las cuales suelen contener hongos del género Cryptococcus responsables de enfermedades, principalmente en pacientes inmunocomprometidos, como la criptococosis (infección pulmonar) y la neurocriptococosis (infección del sistema nervioso central).

 

Paloma Picazuró (Patagioenas picazuro)

Con sus 34-36 cm, la Paloma Picazuró ostenta el record de la más grande del Orden Columbiformes que tenemos en la Provincia de Buenos Aires. Conocida también como Paloma de monte, Paloma Turca o Paloma Montera, esta ave es endémica de América del Sur.

Su cabeza y cuello tienen un tono vinoso y es la parte dorsal de su cuello pueden observarse unas formas similares a escamas de color celeste y rojiza con brillo metálico, el resto de su cuerpo es plomizo. Las alas muestran un borde blanco y un efecto escamado de finos bordes claros en sus cobertoras


El iris de sus ojos es de color rojo castaño, muy llamativos


Suele escucharse su voz como uuuuu…u..ut...uuu..u..ut..uuu..u..ut y bien que se le nota como infla su buche para hacerlo

Son monógamas y, como en la mayoría de las aves, previo a la copula que es muy breve, hay un cortejo 



El nido consiste en una plataforma de palitos sostenido sobre las ramas de algún árbol, y es frecuente que su único huevo se caiga del mismo perdiendo la nidada.

A pesar de ser muy arisca cada vez se ve más dentro de las ciudades, ya sea parada sobre construcciones humanas o forrajeando sobre el césped recién cortado




Paloma Manchada (Patagioenas maculosa)

 
Esta es la última de las palomas grandes, tiene unos 32-34 cm y su aspecto recuerda a la Paloma Picazuró. Es gris, sin los tintes vinosos de la Picazuró y sus alas y dorso esta maculados de blanco, de ahí su nombre común y científico 


El patrón de voz es igual al de la Paloma Picazuró: uuuuu…u..ut...uuu..u..ut..uuu..u..ut pero ronco, muy notable la diferencia al oírlas. Sus ojos son de un gris muy claro en el macho y un poco más oscuro en la hembra. Aquí subo una imagen donde compaginé los retratos de estas dos grandes palomas autóctonas para poder apreciar la diferencia, a la izquierda tenemos la Paloma Manchada y a la derecha la Paloma Picazuró


En pareja o en grupos estas palomas se alimentan en el suelo, a menudo junto a la Paloma Picazuró formando grandes grupos

En la temporada reproductiva, que va desde septiembre a abril, suelen verse parejas


En ocasiones muy mimosas, vean

El nido consiste en una plataforma de palitos sostenido sobre las ramas de algún árbol donde pondrán un solo huevo.

Esta paloma es más confiada que la Paloma Picazuró al punto que, aunque estemos cerca ellas se desperezan como si nada…


Torcaza (Zenaida auriculata)

 Dejemos estas enormes palomas y veamos una de tamaño medio y, justamente yo la conocía como Paloma Mediana cuando era chico, luego en las guías vi que la llamaban Torcaza Común y ahora solo Torcaza.

Es una paloma de unos 23-26 cm, de un color gris parduzco, más claro en la zona ventral con un tono vinoso en el pecho. Posee una mancha oscura debajo del auricular, así como varias manchas negras en sus alas. Al lado de su cuello, y cuando el sol los ilumina, se ven unos reflejos dorados.

Su vocalización se compone de cuatro notas huuuu…kuu… huuú… kuuu… , la segunda y cuarta son más ásperas, como se ve en las imágenes inflan su buche para cantar



Son muy abundante y suelen verse bandadas enormes. En las ciudades es común verlas alimentarse en las plazas y parques, lo que realizan siempre en tierra

Poseen cierto dimorfismo sexual, en la imagen que sigue el individuo de la izquierda es el macho, vean su cabeza es un tanto celestosa mientras que la hembra a la derecha posee tonos pardos en su cabeza y cuerpo en general

Todos habrán oído alguna vez referirse a las parejas de enamorados como hermosos tortolitos, en un lenguaje coloquial por supuesto. Pero, ¿De dónde viene esta expresión? Hace referencia a las tórtolas, pequeñas palomas, que si revisan en Wikipedia verán que hay una veintena de palomas que están consideradas “tórtolas” y una de ellas la tenemos en la Provincia de Buenos Aires, es justamente la Zenaida auriculata, nuestra Torcaza.

La realidad es que desde muy antiguo se las ha relacionado con la diosa Venus y se la tiene como símbolo de amor y fidelidad. De ahí viene lo de pareja de tortolitos. Sino vean las siguientes imágenes



Estas aves son monógamas y forman pareja de por vida. Cuando una de ellas fallece no vuelven a juntarse nunca más con otro ejemplar. Esta idea, si bien es hasta cierto punto verdad no es del todo cierta: últimamente los estudios genéticos han echado por tierra tal creencia del amor único e incondicional porque, como en tantas otras especies monógamas, incluida la nuestra, siempre hay algún que otro huevo en el nido con ADN de diferente padre…

Hablando de nidos, el de la Torcaza es una plataforma de palitos finos, tallos y hojas, muy sencillo que lo hacen sobre ramas de árboles o como en la segunda foto en pequeños recovecos, incluso, dentro de macetas en los balcones. Se reproduce durante todo el año poniendo 2 huevos en cada nidada


Los juveniles son escamados y al dejar los nidos aún llevan esos típicos plumones de los pichones


Torcacita Picuí (Columbina picui)

 Con esta pequeñita completo las cinco integrantes de la familia Columbidae más frecuentes de ver en toda la provincia de Buenos Aires, las dos que restan solo están en la parte norte y rara vez son observadas en la mitad sur de la provincia.

Al comenzar dije pequeñita porque la Torcacita Picuí tiene unos 15-17 cm y se la ve realmente pequeña, es poco vista en las ciudades, más bien se la ve en sus alrededores y zonas rurales. Es, básicamente gris, más claro en la zona ventral, tiene una línea negra azulada en el ala a veces discontinua. En el ala plegada se ve una faja blanca que contrasta con las remeras negras las que forman una línea en el borde

Su cola es larga, tiene las timoneras centrales grises, viéndose en su parte dorsal y, por debajo se ve blanca. Su iris es claro. 



Al verlas en pareja se hace notable la diferencia de plumaje entre sexos, vean en las bsiguientes imágenes, en ambas, el de adelante es el macho, de un gris celestoso sobre todo en su cabeza, aunque su cuerpo también es más claro, mientras que la hembra es parda, es la de atrás



Se reproducen durante todo el año, ponen 2 huevos, raramente tres, en un nido hecho de tallos de yuyo, gramíneas y raicillas, internamente lo cubren con plumas.

Su canto es una serie de notas cuú… cuú… cuú... cuú… que repite de 4 a 10 veces, luego calla un rato solo para volver a empezar. Lo hace en cualquier momento del día.

Se las suele ver bien en parejas o en grupos de varios individuos.


Torcacita Colorada (Columbina talpacoti)

 Otra pequeñita, su tamaño es similar al de la Torcacita Picuí, pues mide lo mismo unos 15-17 cm. La coloración del macho es castaña con un tinte vinoso sobre todo en el pecho, su cabeza es blancuzca con corona grisácea. Manchas negras en las alas, a veces formando líneas. La punta de su cola se ve negra debido a las timoneras externas que tienen este color, las centrales son castañas. Aquí van imágenes del macho de perfil, frente y espaldas



La hembra, por otro lado, es más parda casi sin castaño, su cabeza se ve menos contrastada. En la imagen es la de atrás


Su aspecto y comportamiento es muy similar al de la Torcacita Picuí, aunque es más arisca. Se la suele ver en parejas o comiendo en el suelo, aunque es menos terrícola

Forman pareja de por vida. Hacen un nido de tallos y pajitas recubierto internamente por plumas. Pone 2 huevos.

En la provincia de Buenos Aires solo es común en el noreste, en el resto solo es observada ocasionalmente.



Yerutí Gris (Leptotila verreauxi)

 La Yerutí Gris, antes conocida como Yerutí común, es una paloma de porte mediano, se ve rechoncha, es apenas más grande que la Torcaza, con unos 26-30 cm. Esta es otra de las especies que solo pueden verse en la mitad norte de la provincia, cuanto más al norte más común.

En general es pardo grisácea, más clara por debajo. Su nuca y cuello poseen un tono celestoso y su lomo es pardo.


Se la suele escuchar cantando oculta en la vegetación, su vos un hu… Cuuú… lamentoso y suave, que realiza a intervalos regulares, se diferencia muy bien de las otras palomas bonaerenses, como dice un amigo: “es el sonido de las tardes entrerrianas”.

Se la suele ver temprano en la mañana o en la siesta alimentándose en el suelo, sola o en pareja, siempre caminando con cierta parsimonia.


Sus patas son rosadas y su pico es negro, el iris de sus ojos es de color amarillo

Como las demás palomas su nido es una sencilla plataforma de palitos finos, tallos y hojas. Pone 2 huevos por nidada.

Con esto concluimos un repaso general de las palomas que sobrevuelan el suelo bonaerense, ya sea exótica o autóctonas.

Espero les guste y que este posteo les aporte algo útil sobre la vida de estas aves que se las ha utilizado ya sea como símbolo de la paz, como representación del Espíritu Santo o como ideal de los enamorados por su fidelidad.

Picos raros, que familia!

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