De Aves y Viajes

sábado, 3 de julio de 2021

Golondrinas tijerita (Hirundo rustica) – Un cambio migratorio

La golondrina tijerita (Hirundo rustica) es una visitante estival cada vez más abundante en la provincia de Buenos Aires. Les cuento por qué…


De las seis subespecies que hay en el mundo de la golondrina tijerita (Hirundo rustica) solo una es americana, la subespecie H. r. erythrogaster, la cual puede observarse en la provincia de Buenos Aires, y en toda Sudamérica, desde septiembre hasta marzo. En la siguiente imagen se muestra el mapa de distribución de la golondrina tijerita (les adelanto que ya no es el mismo… ha cambiado), como pueden ver se reproducía exclusivamente en el hemisferio norte:


Desde la década de 1980, cuando Mariano Martínez encuentra y documenta la primera evidencia de una pequeña población reproductiva nidificando en la localidad de Mar Chiquita en el sudeste de la provincia de Buenos Aires, la situación ha cambiado. Les dejo el link de esta primera documentación y un mapa para los que no son de estos lares:

https://sora.unm.edu/sites/default/files/martinez-1983-nidification.pdf


Algo similar a lo que encontramos en la imagen debe ser lo que vio Mariano Martínez debajo del puente ubicado en el ingreso de la localidad balnearia de Mar Chiquita, sobre el arroyo Vivoratá. Aún hoy las golondrinas siguen nidificando ahí, al igual que en otros puentes y muchas de las casas de nuestra región. Cada vez con más frecuencia.


Desde ese primer hallazgo la golondrina tijerita ha ido expandiendo su área de nidificación y ya son varias las provincias argentinas donde se han registrado nidos: Chubut, Río Negro, La Pampa, San Luis, Santa Fe y Córdoba. En 2017, Winkler et al. pudieron determinar que esta población nidificante en nuestro país inverna en el norte de Sudamérica, ya no viaja hasta Norteamérica. O sea: una parte de la población pasó de ser migrante neotropical (panamericana) a ser migrante austral (templada-tropical), mientras que la mayoría continua su viaje migratorio tradicional para nidificar en el hemisferio norte.


Gracias a este cambio migratorio es que podemos ver escenas románticas, hogareñas quizás, como esta, donde la pareja proyecta su futuro hogar: 


Claro que, como en toda pareja, las discusiones nunca faltan…  Ella pareciera decirle: “Construí nuestro nido y dejá de dar vueltas por el aire con tus amigotes…” o será él quién le recrimina algo...


Y como fruto de esta charla podemos deleitarnos observando a estas hermosas golondrinas cuando buscan los materiales con los que construirán sus característicos nidos sin más elementos que barro, saliva y algo de paja.



Las golondrinas acarrean el barro en su boca, en bolitas, como pueden apreciar en las imágenes. El interior del nido se hace confortable con plumas, pelos y tallos; en cuatro o cinco días el trabajo está listo.



Y ni hablar de poder ver esos nidos ya terminados, a los que sitúan tan cerca del techo que resulta casi imposible mirar su interior. Allí depositan 4 o 5 huevos, que son incubados por la hembra. La incubación dura de 14 a 16 días. 


Los polluelos permanecen en el nido de 20 a 22 días y a medida que crecen se los puede ver exigiendo alimento con un apetito voraz. Estos pequeños seguramente volverán a la misma zona para nidificar al año siguiente, luego de su estadía en el Amazonas…



Ya fuera del nido se puede ver a los pichones perchados en ramas y alambrados, esperando… ¿esperando qué?



Por supuesto… están esperando a sus padres y lo que ellos traen: alimento. Todavía les falta un poco para adquirir las habilidades necesarias para capturar insectos en pleno vuelo. Tenemos que sacarnos el sombrero ante esos padrazos solo por ver la capacidad que tienen para alimentar a todos estos hambrientos muchachitos, sin ni siquiera detenerse y con una frecuencia increíble:


Pero no todo es trabajo, siempre se puede hallar un respiro, encontrar una rama oculta o esconderse en un juncal, para relajarse y tomar un poco de solcito…


Y cuando la temporada reproductiva llega a su fin comienzan a juntarse preparándose para el largo viaje que les espera: unos 3000 o 4000 Km hasta el norte de Sudamérica (los que nidifican aquí, claro está).


Por supuesto deben acomodar muy bien todas sus plumitas, son imprescindibles para tamaña trayectoria.


Y un nuevo ciclo comenzará: el próximo año volveremos a verlas a mediados de setiembre, primero llegan los machos y ocupan los mismos nidos (y los reparan antes que los reten…), luego se reunirán allí con la misma hembra del año anterior y, en general, tendrán dos nidadas en la temporada.


Gracias a la golondrina tijerita hoy somos testigos de un hecho sin precedentes: un cambio de conducta migratoria que pudo observarse durante una vida humana. Una parte, cada vez mayor, de la población de un ave originalmente catalogada como migrador A (nidifican en el hemisferio Norte y vuelan luego hasta aquí en primavera y verano, Narosky - Yzurrieta), se ha trasformado en migrador B (nidifican en Argentina y migran hacia el Norte en invierno). 

Que sigan migrando…

12 comentarios:

  1. Bellísimas fotos e historia. Es asombroso

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  2. Muchusímas gracias, si es algo asombroso ese cambio... por algo será.i

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  3. Excelente documentación. Hermosas fotos y un interesante desarrollo de las características de esta especie observadas por primera vez por nuestro recordado Mariano Martínez. Me encantó tu relato, no tiene desperdicios. Muchas gracias.

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  4. Muchísimas gracias Agustín, una gran alegría me da tu comentario, es un gusto poder contarr estas cosas, quizás comunes para los que estamos en el tema pero su difución suma gente que aprende a cuidar. Muchas gracias.

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  5. Me encantaron el relato y las fotos! Maravilloso.

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  6. Muchas gracias, me gusta que guste, saludos

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  7. Sí, yo estuve allí en una salida de Aves Argentinas con Germán Pugnali y las vi debajo del puente.!!!!!!

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  8. Sí, yo9 las vi en una salida a Mar Chiquita con Aves Argentinas con Germán Pugnali en los 80 y tantos. Son hermosas!!!!

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  9. Que buena informaciòn, muchas grcias. Puede ser que las haya visto en Villa Ventana. Dado su color no deduje que fueran golondrinas.

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  10. Hola, gracias por el elogio. Tranquilamente las podes haber visto en Sierra de La Ventana, hasta hay registros de nidificación en la zona.

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  11. Impecable nota, su trabajó y difucion son maravillosos.

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  12. Muchísimas gracias, me alegra escuchar tus palabras. La difusión hace que se conozca y lo que se conoce se cuida y ama. Saludos

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