Y así fue… mi “click”
Corría
el año 1995… Estábamos una tarde en la Laguna de los Padres con mi familia, mi
esposa Lili y mis dos chiquitos (en ese momento Juan tenía un año y Joaquín,
cuatro), y les mostraba unos mojarritas que nadaban en la orilla cuando, de
repente, emergió del agua un ave a escasos dos metros. Al mirarlo, sus ojos me
deslumbraron y ahí ocurrió, ahí se produjo ese “click” del que les hablaba.
Vean esos ojos… quedé hipnotizado y se encendió una pasión que nunca me
abandonó.
Hasta ese momento no conocía a esa ave, que se zambulle y es un gran buceador, y eso que es muy frecuente en la zona: era un macá común (Rollandia rolland), hoy se tiende a cambiar su nombre por macá cara blanca (se trata de reemplazar el calificativo “común” por alguna característica distintiva).
En las charlas sobre
aves siempre digo: “no es lo mismo mirar
que observar, para aquel que mira todo lo que flota en una laguna son patos, el
que observa descubre otro mundo, descubre lo sorprendente que puede ser la
naturaleza”, esto lo afirmo convencido por mi propia experiencia.
Ya volveremos con los
macáes, hay varios miembros de esa familia en la Argentina y muchos más en el
mundo, se los conoce también como zambullidores, hoy, en este primer posteo,
solo quería traer a colación ese momento tras el cual decidí saber de qué ave
se trataba… ¡y sí que costó! No existían las facilidades tecnológicas con las
que contamos hoy en día. Esa misma semana compré dos libros: la Guía de Identificación de las Aves de
Argentina y Uruguay, de Tito Narosky y Darío Yzurieta; y el Manual del Observador de Aves, de Andrés
Bosso y Tito Narosky. Y, por supuesto, unos prismáticos…
Gracias a esos libros supe de la existencia de la Asociación Ornitológica del Plata, hoy Aves Argentinas, y desde entonces soy socio de esa institución.
Yo vivo en Mar del
Plata, una ciudad hermosa sobre la costa y muy turística, con alrededor de
600.000 habitantes, pero pese a eso no deja de ser del interior, dista 400 km
de Buenos Aires y todos los cursos sobre aves, en esos momentos, se organizaban
en la Capital, así que lo mío fue muy autodidacta. Salí al campo a observar con
mi guía, una libreta de apuntes y esos prismáticos relucientes, eso fue al
menos los primeros años. Enviaba cartas y consultas sobre aves que no les
hacían caso a los libros, porque aparecían en otras zonas que no figuraban en
los mapas, y siempre Andrés Bosso, desde Aves Argentinas, me respondía con lujo
de detalles. Luego Aves Argentinas comenzó a dar cursos en el interior, la web
se popularizó y todo se fue facilitando, formamos grupos locales apasionados
por el mismo objetivo, comenzamos a organizar nuestras propias charlas y
salidas. A pesar de los años transcurridos, esa pasión continúa y aumenta la
cantidad de personas interesadas...
Desde ese momento,
cada vez que me cruzo con uno de estos pequeñines (miden apenas unos 23 o 25
cm), le tomo unas fotos… ¡y miren que me los he cruzado! Los he encontrado con plumaje nupcial, como el
que aparece en la primera imagen (lo visten desde octubre hasta marzo) y con su
plumaje de reposo, como pueden ver más abajo, con colores menos
contrastados, sin ese rufo en el vientre y laterales, y con el blanco menos
marcado en su cara, entre otros detalles.
Y por supuesto, los he encontrado con sus polluelos. A veces yendo sobre el lomo de sus padres como si se tratase de un nido flotante. Noten en la segunda imagen esos dedos lobulados, adaptados para nadar y bucear.
Esos pichones parecen de peluche, más cuando están con su plumaje todo rayado, que los ayuda a ser más crípticos en este mundo lleno de peligros.
Aquí pueden verlos comiendo desde mojarritas
hasta renacuajos, lo que constituye gran parte de su menú.
Como dije,
ya volveremos con los macáes y las características de esta fascinante familia.
Los invito a buscar su propio "click"
y a observar el mundo que los rodea
Glosario:
- Laguna de los Padres: cuerpo de agua distante 12 km de
la ciudad de Mar del Plata, saliendo por la ruta 226 hacia el oeste, en
dirección a las ciudades de Balcarce y
Tandil. https://en.wikipedia.org/wiki/Laguna_de_los_Padres
- Rufo:
rojizo, castaño rojizo. Según Tito Narosky es el color de la cola del hornero.
- Lobulados: dedos
con una extensión lateral de la membrana, sin llegar a ser palmeados.
- Críptico: En
la naturaleza se utiliza para algo que se camufla en su entorno mediante su
color, su olor o su aspecto: “plumaje críptico”.
Felicitaciones por este nuevo emprendimiento!!!! Hermoso!
ResponderBorrarMuchísimas gracias amor, sabes que sos la que esta detrás de todo, además de mi correctora privada. Besitos
BorrarVa a ser un placer leer tus fotos con historias.
ResponderBorrarMuchas gracias carlos, abrazo.
BorrarGracias, José, por compartir tus observaciones y las respuestas a tus preguntas... y gracias a la editora que hace tan grata la lectura!
ResponderBorrarGracias a vos por darles un lugar, ¿quién sos? no sale tu nombre...
BorrarMe encantó tu "viaje" Muchas gracias por compartirlos.
ResponderBorrarMuchas gracias Agustín, abrazo.
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