De Aves y Viajes

domingo, 25 de abril de 2021

Y así fue… mi “click”

    

 Y así fue… mi “click”

Corría el año 1995… Estábamos una tarde en la Laguna de los Padres con mi familia, mi esposa Lili y mis dos chiquitos (en ese momento Juan tenía un año y Joaquín, cuatro), y les mostraba unos mojarritas que nadaban en la orilla cuando, de repente, emergió del agua un ave a escasos dos metros. Al mirarlo, sus ojos me deslumbraron y ahí ocurrió, ahí se produjo ese “click” del que les hablaba. Vean esos ojos… quedé hipnotizado y se encendió una pasión que nunca me abandonó.

    Hasta ese momento no conocía a esa ave, que se zambulle y es un gran buceador, y eso que es muy frecuente en la zona: era un macá común (Rollandia rolland), hoy se tiende a cambiar su nombre por macá cara blanca (se trata de reemplazar el calificativo “común” por alguna característica distintiva).

    En las charlas sobre aves siempre digo: “no es lo mismo mirar que observar, para aquel que mira todo lo que flota en una laguna son patos, el que observa descubre otro mundo, descubre lo sorprendente que puede ser la naturaleza”, esto lo afirmo convencido por mi propia experiencia.

    Ya volveremos con los macáes, hay varios miembros de esa familia en la Argentina y muchos más en el mundo, se los conoce también como zambullidores, hoy, en este primer posteo, solo quería traer a colación ese momento tras el cual decidí saber de qué ave se trataba… ¡y sí que costó! No existían las facilidades tecnológicas con las que contamos hoy en día. Esa misma semana compré dos libros: la Guía de Identificación de las Aves de Argentina y Uruguay, de Tito Narosky y Darío Yzurieta; y el Manual del Observador de Aves, de Andrés Bosso y Tito Narosky. Y, por supuesto, unos prismáticos…


    Gracias a esos libros supe de la existencia de la Asociación Ornitológica del Plata, hoy Aves Argentinas, y desde entonces soy socio de esa institución.

    Yo vivo en Mar del Plata, una ciudad hermosa sobre la costa y muy turística, con alrededor de 600.000 habitantes, pero pese a eso no deja de ser del interior, dista 400 km de Buenos Aires y todos los cursos sobre aves, en esos momentos, se organizaban en la Capital, así que lo mío fue muy autodidacta. Salí al campo a observar con mi guía, una libreta de apuntes y esos prismáticos relucientes, eso fue al menos los primeros años. Enviaba cartas y consultas sobre aves que no les hacían caso a los libros, porque aparecían en otras zonas que no figuraban en los mapas, y siempre Andrés Bosso, desde Aves Argentinas, me respondía con lujo de detalles. Luego Aves Argentinas comenzó a dar cursos en el interior, la web se popularizó y todo se fue facilitando, formamos grupos locales apasionados por el mismo objetivo, comenzamos a organizar nuestras propias charlas y salidas. A pesar de los años transcurridos, esa pasión continúa y aumenta la cantidad de personas interesadas...

    Desde ese momento, cada vez que me cruzo con uno de estos pequeñines (miden apenas unos 23 o 25 cm), le tomo unas fotos… ¡y miren que me los he cruzado!  Los he encontrado con plumaje nupcial, como el que aparece en la primera imagen (lo visten desde octubre hasta marzo) y con su plumaje de reposo, como pueden ver más abajo, con colores menos contrastados, sin ese rufo en el vientre y laterales, y con el blanco menos marcado en su cara, entre otros detalles.


    Y por supuesto, los he encontrado con sus polluelos. A veces yendo sobre el lomo de sus padres como si se tratase de un nido flotante. Noten en la segunda imagen esos dedos lobulados, adaptados para nadar y bucear.

Esos pichones parecen de peluche, más cuando están con su plumaje todo rayado, que los ayuda a ser más crípticos en este mundo lleno de peligros.

    Aquí pueden verlos comiendo desde mojarritas hasta renacuajos, lo que constituye gran parte de su menú.

        Como dije, ya volveremos con los macáes y las características de esta fascinante familia.

Los invito a buscar su propio "click" 

y a observar el mundo que los rodea



Glosario:

  • Laguna de los Padres: cuerpo de agua distante 12 km de la ciudad de Mar del Plata, saliendo por la ruta 226 hacia el oeste, en dirección a las ciudades de  Balcarce y Tandil.     https://en.wikipedia.org/wiki/Laguna_de_los_Padres 
  • Rufo: rojizo, castaño rojizo. Según Tito Narosky es el color de la cola del hornero.
  • Lobulados: dedos con una extensión lateral de la membrana, sin llegar a ser palmeados.
  • Críptico: En la naturaleza se utiliza para algo que se camufla en su entorno mediante su color, su olor o su aspecto: “plumaje críptico”.

8 comentarios:

  1. Felicitaciones por este nuevo emprendimiento!!!! Hermoso!

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    1. Muchísimas gracias amor, sabes que sos la que esta detrás de todo, además de mi correctora privada. Besitos

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  2. Va a ser un placer leer tus fotos con historias.

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  3. Gracias, José, por compartir tus observaciones y las respuestas a tus preguntas... y gracias a la editora que hace tan grata la lectura!

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    1. Gracias a vos por darles un lugar, ¿quién sos? no sale tu nombre...

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  4. Me encantó tu "viaje" Muchas gracias por compartirlos.

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