El
Parque Nacional Aconquija se encuentra al oeste de la provincia de Tucumán. Fue
creado recientemente, en 2018, luego de la ampliación del Parque Nacional Campo
de los Alisos que paso de tener 16067 has a 68067 has, y a partir de ese
momento cambió su nombre. El antiguo Portal de los Alisos, el Centro Operativo
Santa Rosa, quedo como el principal acceso al nuevo parque.
Su
nombre proviene de la cadena de altísimas montañas de más de 5.500 metros, que
marca el límite occidental de la provincia de Tucumán con Catamarca. El Parque
abarca un gran gradiente de altitud y allí se mezclan las ecorregiones de las
Yungas y de los Altos Andes, además de los ambientes de transición entre ambas.
En
el área protegida están las nacientes de los ríos Jaya y Las Pavas que,
recostados sobre los faldeos del este de las sierras del Aconquija, llevan sus
aguas a los valles y campos de cultivo tucumanos.
Antes
de seguir, y como he mencionado ríos, les muestro el “lifer” estrella de este
viaje, un ave que tenía ganas de encontrar desde hace mucho tiempo: Pato de
torrente (Merganetta armata), en la foto un ejemplar macho. En su momento les
relataré detalles del encuentro.
Además
de los dos ríos mencionados se encuentran los cursos de agua de los ríos Cochuna,
Las Cañas, Río Seco y Salí que se convierte en el río Dulce y baña el
territorio de Santiago del Estero hasta llegar a la laguna de Mar Chiquita, en
Córdoba.
Para
llegar al Centro Operativo Santa Rosa hay que cruzar el río Jaya, no hay puente de acceso, éste cedió en
el año 2015 al ser arrasado por una crecida…. Nosotros fuimos en octubre y el
río tenía poca agua y pudimos cruzar a pie sin problemas, la otra forma de
cruzar es con 4x4. En la temporada de lluvias se complica bastante.
Estuvimos varios días recorriendo
distintos sectores del parque por lo que dividiré el posteo en tres. En esta
primera entrega mostraré cómo llegamos, dónde acampamos, que nos encontramos al
llegar y les conatré el primer intento de ir al Puesto La Mesada y el trekking
a la Laguna del Tesoro, lugares a los que, a fuerza de caminar y caminar,
fuimos conociciendo, por supuesto que habrá animales…
Concepción
es la segunda ciudad más grande de Tucumán (50000 habitantes). Desde allí
tomamos la RN 65 y 18 km más adelante llegamos a Alpachiri, una pequeña
localidad de unos 2000 habitantes. Desde Mar del Plata hasta aquí asfalto, a
partir de ahora ripio. En este camino nos recibió un Milano Blanco (Elanus leucurus) que desde lo alto
controlaba todo…
20
km después de dejar Alpachiri, siempre acompañados por el Río Cochuna que
corría sobre nuestra izquierda, llegamos al Camping Samay Cochuna, allí
instalamos nuestro campamento… lejos de todos…
Este
camping se encuentra a 1050 msnm. El espacio está muy bueno, es bien agreste y
el Río Cochuna corre pegado a este, hermoso curso de agua. Las instalaciones
son muy básicas, es casi como un camping libre. No tiene luz, solo prenden un
generador unas pocas horas al día y no hay señal telefónica. Es administrado
por la Municipalidad de Concepción, para ellos sería como su balneario. Lo de
la luz fue un duro golpe, en la promoción decía: “Contamos con todos los
servicios básicos, excepto señal para celulares”, pero: ¿y la electricidad no
es algo básico?
Por
suerte nos pudimos arreglar bien, ya que entre las 19 y 21 hs de “casi” todos
los días conectaban el generador y en ese lapso podíamos cargar las baterías,
si llegábamos… y así fue la mayoría de las veces.
Después
de armar todo, bajamos a ver el Río Cochuna, una maravilla, con un agua muy
cristalina, vean:
Cochuna
deriva del quechua y significa “quebrada por donde se pasa”. Su nombre coincide
con las características geográficas, ya que la quebrada del Río Cochuna es el
lugar por donde más fácilmente se accede a los pequeños y altos valles de la
zona central de los Nevados del Aconquija.
Salimos del camping para ir
hasta el Campamento del Río Cochuna, 800 metros cuesta abajo, para averiguar
sobre los senderos, detalles para llegar al Portal de los Alisos y demás
cuestiones, pero nadie por aquí, nadie por allá… ¿dónde estaban los
guardaparques? Igual tuvimos un par de encuentros agradables, como con este
hermoso Loro Alisero (Amazona tucumana) aunque con muy poca luz:
Cochuna
deriva del quechua y significa “quebrada por donde se pasa”. Su nombre coincide
con las características geográficas, ya que la quebrada del Río Cochuna es el
lugar por donde más fácilmente se accede a los pequeños y altos valles de la
zona central de los Nevados del Aconquija.
Salimos del camping para ir hasta el Campamento del Río Cochuna, 800 metros cuesta abajo, para averiguar sobre los senderos, detalles para llegar al Portal de los Alisos y demás cuestiones, pero nadie por aquí, nadie por allá… ¿dónde estaban los guardaparques? Igual tuvimos un par de encuentros agradables, como con este hermoso Loro Alisero (Amazona tucumana) aunque con muy poca luz:
O sea,
fin del camino con auto, lo dejamos a un costado del camino ya que solo se
cruza con 4 x 4 y de ahora en adelante a patita, y así fue, ahí va Joaquín
haciendo equilibrio sobre las piedras:
Y
en las yungas siempre aparece una que otra mariposa, como esta Zafiro yunguera
(Doxocopa cyane burmeisteri) macho:
O
esta escurridiza Espejito del Curubo (Dione
glycera) que me recordaba a nuestra Espejito (Agraulis vanillae maculosa)…
En
el Centro Operativo Santa Rosa se encuentra la zona de uso público, allí deberían
estar los guardaparques para asesorar y dar instrucciones de los cuidados a
tener, pero no había nadie, estaba cerrado. A los guardaparques solo los vimos
en una oportunidad y no en la recepción de visitantes, sino que se estaban
yendo del parque y nos saludaron… Ahí hay un espacio de acampe gratuito, se ve
muy bien puesto, en un entorno hermoso, pero como ya nos habíamos informado
acerca del puente no fue una opción. Desde aquí salen senderos de variada
duración.
Siendo
las 11:30 hs tomamos rumbo por el sendero que conduce hasta el Puesto Los
Chorizos que dista unos 4,5 km del Centro Operativo y se encuentra a 1120 msnm.
Es un sendero de dificulta baja con una suave pendiente. Esto es parte del
camino:
Y
aparecieron más mariposas, era de esperar… a esta no le encontré un nombre
común, pero identifiqué la especie, (Scea
steinbachi), es propia de América del Sur y su distribución más austral es
en donde la encontramos nosotros: las yungas tucumanas.
Estando
en el mirador del arroyo Las Cañas, donde además de unas barandas y unos
asientos había una cartelera con techo debajo del cual estaba durmiendo este
murciélago (Myotis sp.) que nos
mostró los dientes mientras lo foteábamos… que malhumorado:
En
el Puesto Los Chorizos, al revés de lo que uno podría imaginarse no vendían
chorizos, allí se encuentran vestigios de lo que fue la extracción maderera en
toda esta zona antes de ser un área protegida. Se ve la chimenea de la ex
caldera presente en el lugar, ahora es un área descampada donde no vimos
señales humanas. El único que nos recibió fue este macho inmaduro de Picaflor
Cometa (Sappho sparganurus):
También
es un espacio histórico, ya que allí tuvo lugar el primer enfrentamiento entre
los Uturuncos (1958), primer grupo guerrillero de argentina que buscaba la
vuelta de Perón al poder, y las fuerzas armadas, quienes ostentaban el poder
político por ese entonces.
Luego de un tramo relativamente corto llegamos al río Las Pavas, adecuado nombre ya que los alrededores estaban llenos de Pavas de Monte Yungueña (Penelope bridgesi). Desde el barranco, antes de bajar, teníamos esta espléndida vista,
Comenzamos
a caminar río arriba y sobre nosotros sobrevolaba un imponente Jote Cabeza
Colorada (Cathartes aura):
Por debajo era otro cantar, encontramos este hermoso escorpión (Bothriurus sp.) que rápidamente se ocultó bajo unas piedras.
Ahí
cerquita, libando flores, esta Monarca del Sur (Danaus erippus) se alimentaba sin mayores dificultades,
Siendo
cerca de las 15 hs y considerando lo que faltaba aún para llegar, 5 km
aproximadamente, y el camino de regreso (unos 14 km desde La Mesada) decidimos
volver y hacer el trayecto completo otro día, saliendo desde bien temprano.
Desde lo alto, y entre las sombras, un Celestino Común (Tangara sayaca) buscaba alimento…
El
tercer día amaneció con mucha niebla y algo de llovizna y siguió sin grandes
variaciones durante todo el día, por lo que hicimos un recorrido en auto
siguiendo la ruta 65 hacia Catamarca. Esta es una de las tantas curvas que
ascienden la montaña:
Amanece
el día 4 con un cielo muy limpio, dejamos el auto en el camping y comenzamos la
larga caminata hacia la laguna, antes de salir, desde la entrada del camping
tomé esta foto del cerro el Clavillo en el que se adivina el pico nevado en su
lado oeste.
Antes de llegar al Portal de Cochuna, desde donde arranca el sendero, fotografié desde el puente al río homónimo que corre entre las rocas. El camping queda a unos 800 metros sobre la margen derecha y el portal está apenas cruzando el puente donde nos encontrábamos:
Desde
el Portal de Cochuna iniciamos el camino a Laguna del Tesoro, esta se encuentra
en lo que antaño era la Estancia Las Animas. Según cuenta la leyenda los Incas
arrojaron en la laguna el oro de La Ciudacita y también se dice que un toro de
cuernos de oro ataca en las noches a quienes ingresan a buscarlo. La oscura
imagen que sigue la tomé al regreso… ya era de noche. Aún faltaba llegar al
camping...
Para
esta salida contratamos dos guías especializados que vivían en el camping:
Blanquito y Negrito, quienes nos acompañaron todo el trayecto, son más de 24 km
entre ida y vuelta desde el camping a la laguna. Los guías se la bancaron
perfectamente, se ve que no es la primera vez que lo hacen…
En
el sendero un Taguató (Rupornis
magnirostris) adulto nos dio vuelta la cara antes de volar:
Y
un Arañero Corona Rojiza (Myioborus
brunniceps) cantó entre el follaje delando su presencia…
La
mayor parte del camino estaba resbaladizo, barroso, así que teníamos que pisar
con cuidado, recuerden que el día anterior estaba esa niebla que a veces era
llovizna y bueno… mojó gran parte del recorrido, nada que nos impidiese ir. Esa
cinta azul a la derecha del camino señalaba el sendero a seguir, aunque como
descubrimos más adelante no siempre es así…
Después de 3,5 km de haber salido llegamos al Puesto Zárate, una especie de pampa a 1300 msnm. Antiguamente era un puesto ganadero, pero hoy hay un lugar abierto que te permite tener una magnífica vista de los cerros nevados del Aconquija. Vean que hermoso… En el cartel se lee el nombre del lugar y su altura respecto al nivel del mar.
A
partir de allí se encontraban dispersas al borde de los árboles estas preciosas
flores de Azucena Roja (Hippeastrum
puniceum):
Ante de salir del Puesto Zárate encontramos este árbol lleno de agujeros, ahí está Joaquín retratándolo…
En esta imagen más cercana se puede ver lo que le pasó y le va a seguir pasando: es un árbol viejo, que se secó, y muchas larvas lo están utilizando para desarrollarse, o sea, es un gran comedero de pájaros carpinteros, no vimos ninguno, pero esto es prueba de que los hay…
Una
de las tantas veces que cruzamos el arroyo Sonador me crucé con esta ave que en
principio pensé que era una remolinera, aunque no se movía como tal. Después la
identifiqué como una Dormilona Chica (Muscisaxicola
maculirostris):
Otra
de las paradas a la vera del arroyo, y mientras comíamos un bocadillo, Joaquín
descubrió a este llamativo cangrejo que se asomó sobre una roca al salir del
agua. Se ve que no le gustó nuestra cara y volvió a esconderse debajo de la
roca y del agua. Cangrejo (Aegle sp.)
En un momento llegamos a un lugar donde unos carteles nos indicaban hacia dónde quedaba el Río Cochuna (veníamos de ahí) y hacia dónde el Río Jaya, pero el sendero a la Laguna del Tesoro ¿por dónde es?... Esto nos demoró casi una hora hasta que encontramos una nueva cinta azul no visible desde aquí.
Esta imagen es testimonio de que reparamos el error, los próximos visitantes sabrían por dónde ir. En la foto Joaquín poniendo una cinta azul para indicar por dónde seguir…
Antes
de llegar a la laguna pasamos por una subida conocida como “Cuesta del
Desesperado”, el nombre quizás se deba a que, a estas alturas uno ya está muy
cansado y en frente se viene una cuesta bastante empinada… y encontrar esta
cabeza acentúa la desesperación…
Y
cuando estábamos cerca del final, ya en la parte alta de la cuesta del
Desesperado, tres Milanos Tijereta (Elanoides
forficatus) nos sobrevolaron, quizás para decirnos que ellos ya veían la
laguna… y capaz, porque unos pasos más adelante, cruzando una pequeña tranquera
ya vimos abajo la mítica Laguna del Tesoro. Ahora es cuesta abajo hasta
alcanzarla…
Esta
es una vista de la laguna desde ese pasaje, ahora a bajar… Esta laguna se
encuentra a 1850 msnm, allí hay un área de acampe aún sin servicios y hay que
llevar todos los elementos para acampar, ni siquiera hay sanitarios. El camino
recorrido está muy bueno, pero la laguna en sí me dejó con gusto a poco, mis
expectativas eran mayores quizás… no por el oro claro. Los gritos de unas Chuñas
Patas Rojas (Cariama cristata) que no
se dejaron ver coronaron el momento.
Luego
de recorrer la zona y comer algo iniciamos el retorno, al poco de ir bajando
encontramos un grupo de caballos y nuestros guías comenzaron a ladrar y uno de
los caballos se enojó bastante…
Entre los árboles un escurridizo Frutero Yungueño (Chlorospingus flavopectus) solo dejó fotografiar la mitad de su cuerpo, ya lo tenía visto en Calilegua así que fue suficiente para identificarlo.
Al
llegar al Puesto Zárate no resistí la tentación de tomar otra foto de las
montañas del Aconquija cubriéndose de nubes, desde aquí y hasta el Portal de
Cochuna es todo bajada por un sendero angosto, pero se nos viene la noche.
Ya entrada la noche
llegamos al camping, y, mientras se cargaban las baterías, preparamos la
comida. La caminata había sido bastante brava y a descansar…
En la segunda entrega cruzaremos a Catamarca por una ruta increíble, donde vimos un lugar fascinante. Además, remontamos el Río Cochuna hasta donde éste nos permitió y claro, el ascenso a La Mesada que había sido abortado por el horario.
Espero les haya gustado y nos encontramos en el próximo posteo.
