Retomando lo prometido: Ictéridos II. En la presente entrega sumaremos al resto de las aves pertenecientes a esta familia que se pueden observar en el sudeste bonaerense. Como ya había adelantado, veremos aquí a los más coloridos del grupo: tenemos dos varilleros, el congo y el ala amarilla; el pecho amarillo; dos loicas (una de ellas aún la tengo pendiente); el pecho colorado y el federal.
De este subgrupo,
quizás el que más nos deje boquiabiertos al encontrarlo es sin duda el federal (Amblyramphus holosericeus), ese rojo
vivo en la mitad superior de su cuerpo y en sus muslos contrastando con el
negro azabache del resto de su plumaje, parecen la obra de un artista.
Pero seamos prolijos,
vayamos siguiendo el orden de las guías…
Varillero Congo (Chrysomus ruficapillus)
No es muy común en nuestra zona, pero a menudo se lo ve, aunque no de la forma en que es observado más al norte, donde las bandadas bullangueras lo ponen en evidencia. Siempre asociado a humedales, los bañados con vegetación acuática son ideales ya que se mueve entre ésta buscando insectos y semillas para alimentarse. También se lo suele ver forrajeando en los pastos cercanos:
El varillero congo
posee dimorfismo sexual, el macho es negro con su corona y garganta de un color
castaño tirando a rufo. La hembra, en cambio, es parda acanelada con estrías en
su dorso y, menos notables, en su vientre. En la foto anterior aparecen tres
machos y dos hembras, en la foto siguiente vemos un macho y podemos observar claramente
su coloración.
Nidifica dentro o
cerca de los humedales, su nido tiene forma de tacita y lo ata a la vegetación
acuática o en arbustos cercanos, pone de 3 a 4 huevos y se reproduce desde
octubre hasta marzo.
Varillero Ala Amarilla (Agelasticus thilius)
Siempre se lo ve asociado
a bañados, pues es allí donde consigue su alimento, insectos, orugas, arácnidos
o semillas, y también entre la vegetación acuática encuentra el lugar ideal
para construir su nido: una semiesfera que cuelga de los juncos. Los pichones
son similares a la hembra aunque su ceja, garganta y pecho son más amarillos.
Los machos inmaduros se van manchando de negro.
Pecho Amarillo (Pseudoleistes virescens)
Y vamos de a poco aumentando el color… el pecho amarillo es de color pardo con cierta tonalidad oliva, salvo sus hombros, tapadas y resto ventral que poseen una coloración amarilla intensa. A esta ave no se la puede confundir con otra en nuestra zona; pero más al norte, donde comparte territorio con el pecho amarillo grande (Pseudoleistes guirahuro), hay que afinar el ojo y ver ciertos detalles para diferenciarlos.
Su pico negro y puntiagudo
le da cierto toque, aunque un baño ayuda a cuidar el statu quo…
Loica (Leistes
loyca)
Las loicas son habitantes típicos del pastizal pampeano. En el sudeste de la provincia de Buenos Aires tenemos dos especies: la loica (Leistes loyca) que es de la que hablaremos aquí y la loica pampeana (Leistes defilippii) que solo la mencionaré al ir comparándola con la primera, ya que no tengo aún el placer de haberla observado por lo que no poseo imágenes propias. Esta última se encuentra en peligro de extinción, principalmente por la desaparición de su hábitat: los pastizales. Me debo una visita a los alrededores de Pigüé, Puán o Bordenave, donde se la cita frecuentemente.
Ambas loicas poseen dimorfismo sexual, en el caso de Leistes loyca, el
macho es pardo oscuro con el pecho, vientre y hombros rojos. Su ceja es blanca y
comienza roja delante del ojo.
La hembra en también
parda, un poco más clara con su pecho rojizo o rosado y su ceja clara que puede
comenzar con rojo, aunque suele estar ausente.
Es común ver a la loica perchar en sitios altos,
cosa que no hace la loica pampeana, y desde allí cantan a viva voz.
Las loicas pasan su
vida en los pastizales y es allí donde consiguen su alimento: insectos, orugas,
semillas y también donde nidifican, para lo cual construyen una especie de
tazón semiesférico en el suelo dejándolo oculto entre los pastos. Ponen de 3 a
5 huevos, reproduciéndose entre los meses de octubre a diciembre.
Pecho Colorado (Leistes superciliaris)
Aquí tenemos otro de los habitantes de nuestros pastizales y que a primera vista se lo suele confundir con los anteriores, pero ya veremos que tienen sus marcas características. Los pastizales frecuentados por el pecho colorado por lo general son altos pero también es común verlos en campos agrícolas. Es muy gregario y se suelen ver bandadas alimentándose en el suelo.
En época reproductiva
las plumas negras del macho están orilladas por un gris parduzco.
La hembra tiene su dorsal pardo estriado de ocráceo, también son ocráceas sus cejas y garganta. Su pecho puede tener un tinte rosado o simplemente ser ocráceo. El vientre y los flancos están jaspeados de oscuro.
Su nido lo construyen
en el suelo entre yuyos, pasturas o cultivos poniendo entre 3 y 5 huevos. La
hembra permanece oculta y el macho suele exhibirse en lugares alto como yuyos o
postes de alambrada desde donde canta.
Federal (Amblyramphus
holosericeus)
Por último, y regresando a los humedales, tenemos al federal, un ave que se destaca en los humedales; si bien es bastante escurridiza y anda oculta entre los juncales, es un ave confiada. Uno puede estar relativamente cerca y ella como si tal cosa…
En invierno son
gregarios pero al llegar la época reproductiva se los suele ver solos o en
parejas y mientras uno se alimenta, el otro custodia el lugar; un silbido
aflautado da la señal de alarma. Comen insectos y orugas presentes en la
vegetación palustre, abriendo los tallos con su pico.
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