El PN Mburucuyá tiene
dos senderos peatonales: El sendero
Yatay de unos 6,6 Km que atraviesa un importante palmar y que culmina en el
fascinante Estero Santa Lucía donde su mirador invita a sentarse para admirar
el paisaje, y el sendero Che Roga
con caminos a través de selvas en galería y cada tanto aparecen apacibles
lagunas. Estos senderos están llenos de sorpresas, solo hay que estar atentos y
en silencio, de repente aparecen como una visión los más hermosos animales, muy
tranquilos… y así como aparecen se esfuman, en silencio. Una de estos animales
fue esta corzuela parda (Mazama
gouazoubira), vimos varias, así que debe ser muy abundante dentro del
Parque.
Amanece, otro día en
Mburucuyá, estamos tomando unos mates y armando todo para salir a senderear
pero desde temprano comenzaron a llegar las visitas cotidianas, este es un
pepitero verdoso (Saltator similis),
mirando desde el fogón qué bocado puede obtener.
El pepitero gris (Saltator coerulescens) no tardó en
llegar y echar al otro…
Un tanto más tímida,
desde un árbol nos observaba una Urraca Morada (Cyanocorax cyanomelas) no bajó hasta que nos fuimos… pero para
ese entonces solo le quedó lo que los fruteros, pepiteros y cardenales habían
dejado…
Y salimos rumbo al
Estero Santa Lucía. Para llegar hasta allí, se toma el sendero Yatay el cual
cruza zonas con pastizal donde encontramos varias aves típicas de ese ambiente
como esta “diabólica” monjita gris (Xolmis
cinereus), vean esos ojos:
O este elegante
Coludo Grande (Emberizoides herbicola),
primera vez que lo veo, o sea otro “lifer”, como se dice en la jerga pajaril,
un hallazgo…
Esta casa está
abandonada y se encontraba en el camino que llevaba al Estero Santa Lucía,
antes de entrar al palmar, así que pasamos muchas veces por ahí y siempre
estaba el dueño, algunas veces dentro, comiendo, otras en el jardín, otras
parado sobre la chimenea, así que la bautizamos “erróneamente“: La Casa del
Jote.
Vean una imagen
ampliada de la chimenea, desde allí controla todo… jote cabeza negra (Coragyps atratus),
En esta otra foto
estaba disfrutando de su jardín… Los jotes son muy abundantes dentro del
parque, este en particular, es bastante confiado... se dejó retratar. Noten que
no posee plumas en su cabeza, es una adaptación para hacer lo que hacen los
jotes... comen carroña y meten la cabeza en lugares donde pocos se animan...
Bueno y ahora les
muestro a los verdaderos dueños, y por qué dije que la casa fue bautizada
“erróneamente” como La Casa del Jote (éste es solo un comensal), he aquí a sus
legítimos dueños, hay cientos, casi no queda espacio en el techo, son vampiros
de azara (Desmodus rotundus). Son
hematófagos, o sea, le chupan la sangre a cualquier mamífero que se cruce, ya
sea ciervo, vaca, caballo… No se imaginan el olor que había, y eso que solo me
asomé por la ventana para tomar esta imagen.
Y ahora para que vean
que no es cuento lo de los jotes observen a estos en acción, mientras uno hace de
juez, los otros dos tratan de comer por los dos lugares de acceso más fácil:
ojos y ano. El cadáver es de un carpincho (Hidrochaerus
hydrochaeris).
Este es uno de los
árboles cercanos al cadáver del carpincho... varios jotes esperando su turno.
Había más en otros árboles del entorno, todos con sus números de espera en el
ala.
Aquí, otra de las
especies de jotes que se ven en el parque, es un jote cabeza amarilla (Cathartes burrovianus) en pleno vuelo:
majestuoso.
Y en los pastizales
cercanos al palmar no podían faltar los miembros del género sporophila, que por
estos lares tienen muchos representantes como esta pareja de corbatita dominó (Sporophila collaris), en la primera
imagen un macho que fotografié en el camino y en la otra imagen, una hembrita.
Y… más del genero
sporophila, un capuchino canela (Sporophila
hypoxantha), menos común que su pariente el corbatita dominó. Sigo sumando
“lifers”.
Y menos frecuente aún
es el capuchino castaño (Sporophila
hypochroma), aquí un ejemplar macho. Las hembritas de todo el género
sporophila son muy parecidas externamente. Un “lifer” más…
Otro habitante
habitual del pastizal, el cachilo ceja amarilla (Ammodramus humeralis). Las guías lo indican con presencia en la
provincia de Buenos Aires pero allí nunca lo he encontrado, yo pensaba que era
arisco, pero aquí se mostró muy confiado...
O por allá este
curutié colorado (Certhiaxis cinnamomeus)
que se asomó por un bocadillo…
Y más aves: varilleros
negros (Agelasticus cyanopus), el de
la primera imagen es un macho, mientras que en la segundo foto se ve la hembra
rodeada de pequeñas mosquitas:
O esta fascinante
hembrita de Carpintero Dorado Común (Piculus
chrysochloros):
De repente se oyó ese
canto del alilicucú: krr… cú... cú… cú… cú… que hace que tus sentidos se
alerten. Ya la habíamos oído pero no pudimos ubicarla: pequeña lechucita
escurridiza. De vuelta al ruedo, a buscar… y la encontramos, solo nos dejó
tomarles dos foto, luego voló y se llamó a silencio… alilicucú común (Megascops choliba).
Y no paraban las
sorpresas, debajo de los árboles algo se movía, pensamos en la pareja de zorros
que solía venir pero no, en este caso se trataba de una mulita grande (Dasypus novemcinctus), muy muy arisca,
después de la foto con flash no le daban sus patitas para salir corriendo…
Por ahora llegamos hasta aquí, pero hay más acerca de este hermoso parque así que se viene:
“PN Mburucuyá – 3”
donde les contaré sobre el senderó Che Roga y otros paseos dentro
del parque…
Espectacular recorrido y bellísimas fotos, gracias!!!!
ResponderBorrarPor favor, gracias a vos por interesarte, para mi es un gusto mostrar estos lugares y tentar a la gente para que los viva, Saludos.
BorrarHermosas fotos !! me impresionaron los murciélagos. Esperamos atentos la próxima entrega.
ResponderBorrarHola, muchas gracias. Esos vampiros si que se veían intimidantes y eso que para ese momento no sabía que eran hematófagos... Próximamente subiré la última parte de Mburucuyá. Saludos
BorrarSiempre me maravillan tus fotos!!! Aprendo muchísimo con tus comentarios! Gracias por mostrar tanta belleza!!
ResponderBorrarMuchísimas gracias, me alegra que aprendas y que te guste, es parte del sentido: mostrar, que se conozca, que guste y con todo eso aprender a querer y cuidar. Gracias otra vez.
BorrarJosé muchísimas gracias!! Me encantan tus relatos y las fotos. Te felicito es un bellísimo blog. Espero más. No faltan detalles de interés en donde se conoce lo que no se puede ver en directo. Gracias!!
ResponderBorrarHola Mariel, muchas gracias, me alegra mucho que te guste y le saques provecho. Besos y muchos cariños
BorrarMuy buen recorrido y relato Jose Luis!!!!
ResponderBorrarMuchas gracias Victor, dea poco voy armando más... Abrazo grande
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