De Aves y Viajes

sábado, 12 de junio de 2021

Parque Nacional Chaco – Parte 1


El Parque Nacional Chaco se encuentra a poco más de 100 km de Resistencia. Se llega saliendo hacia el oeste por la RN 16 durante unos 65 km y luego 40 Km más por la RP 9 hasta la localidad de Capitán Solari, donde funciona la sede administrativa del Parque. Desde allí, un camino vecinal de 5 km conduce al área protegida, aunque antes de llegar nos recibió este imponente Aguilucho colorado (Buteogallus meridionalis). Foto y seguimos hacia el parque…


Finalmente llegamos. Esta es la entrada, a pocos metros un camino se desvía a la derecha y, atravesando un puente que cruza el Río Negro, se arriba al centro de visitantes y al sector de camping.

El camping del Parque Nacional Chaco está sobre la margen del Río Negro, pero cerca del río no hay mucha sombra y no se puede llevar el auto hasta allí (150 m), así que uno debe elegir entre: a) sombra y lejos del río, pero cerca del auto; o b) cerca del río, con escasa sombra y acarreando todos los bártulos. Elegimos la opción b), solo para hacer ejercicio… Y aquí está nuestro fogón, nuestra mesa y nuestro lugar mientras nos quedemos aquí. A armar el campamento…

Así se ve el río justo detrás de nuestra carpa, como pueden notar tiene poca agua lo que le da cierto encanto. Su proximidad nos permitía ver las especies que se acercaban, mientras preparábamos nuestra comida o descansábamos…

Algunas de las especies vistas desde aquí fueron este macho de Pato Cutirí (Amazonetta brasiliensis) que acuatizó, nos miró, le tomé esta foto y se voló…

O este Boyero Negro (Cacicus solitarius) gritón que se envalentonaba desde la orilla opuesta haciéndose notar como el mejor.

Dos infaltables, que vimos venir a diario por un bocadito, eran este Chiflón (Syrigma sibilatrix) y, en la segunda imagen, un Hocó Colorado (Tigrisoma lineatum), ambos bastante ariscos: se volaban ante el menor movimiento.


Al agua no se acercaban únicamente aves, también lo hacían insectos como el caballito del diablo de la primera imagen (Acanthagrion lancea) o la libélula de la segunda (Erythemis plebeja).


Dentro del camping aparecían muchas especies comunes para la zona -pero raras para nosotros, bonaerenses al fin-, como esta hembrita de Monterita Cabeza Negra (Microspingus melanoleucus), en la primera foto; o el bullicioso y rápido Ipacaá (Aramides ypecaha), en la segunda.


O esta fantástica pareja de Loro Hablador (Amazona aestiva), que se acercó una tarde a comer las flores del lapacho rosado (Handroanthus impetiginosus) que estaba cerquita de la carpa:


Por las mañanas solía visitarnos una Yerutí Común (Leptotila verreauxi), que en las siestas nos acompañaba con su arrullo.

Este es otro de los habitantes abundantes y escurridizos dentro del camping, siempre en lo alto de los árboles, movedizo y bullanguero. Se trata del Boyero Ala Amarilla (Cacicus chrysopterus):

Y en este camping, como en tantos otros, no faltan vecinas gritonas, confiadas y LADRONAS: son las urracas, que hasta nos rompieron las bolsas de nylon solo para ver qué había dentro. Dos especies nos visitaban frecuentemente: la Urraca morada (Cyanocorax cyanomelas), en la primera imagen; y la Urraca Común (Cyanocorax chrysops), en la segunda.


Por las noches solían aparecer en los baños pequeñas ranitas, la que pueden ver aquí es una Ranita Trepadora Enana (Dendropsophus nanus), de alrededor de 2 cm. Había otras, aunque todavía no las he podido identificar.


La primera mañana, después del desayuno, fuimos a recorrer el parque por unos senderos próximos al camping, donde encontramos este puente colgante e intimidante… que cruzaba el Río Negro. El cartel en su entrada reza: “solo 5 personas por vez”… Este río va zigzagueando a través del parque. 

Apenas atravesamos el puente vimos este búho que tenía algo entre sus garras… es un Ñacurutú (Bubo virginianus), un "lifer". La foto no es buena: estaba muy lejos, entre los árboles y a la sombra... pero es lo que había... Si miran con cuidado verán a sus pies una presa, aparentemente un ave: su desayuno. Para los que no sepan, en la jerga de los observadores de aves, un "lifer" es un ave que alguien observa por primera vez en su vida...

Ahí cerca, nos topamos con un pájaro muy hermoso, primera vez que lo observábamos… otro “lifer” (hubo muchos en este viaje); es un Surucuá Común (Trogon surrucura) macho, estaba alto pero se dejó fotear. Vean esos ojazos...


Aquí un par de fotos más de esta maravilla… aunque siempre permaneció en las sombras y en las alturas.


Varios de los caminos internos del parque estaban o habían estado anegados y nos dijeron que no fuéramos por allí (porque teníamos que andar con el auto y existía el riesgo de quedarnos…). Por supuesto hicimos caso… el primer día. En uno de esos caminos, que estaban mejor que muchas calles de Mardel, dejamos el auto y, pasando unos matorrales, encontramos un paraíso, una explosión de vida. Observen la cantidad de aves que había en ese lugar: garzas de varias especies, biguás, aningas, chajaes, jacanas, y más…

Veamos algunas de estas aves de cerca: la siguiente es una hembra de Aninga (Anhinga anhinga) que se estaba secando al sol con sus alas extendidas, pero al vernos se puso en modo alerta…


Y por supuesto, las garzas… la primera es la Garza Mora (Ardea cocoi), la más grande de las garzas en tamaño, muy bella y muy arisca. La otra es la Garza Blanca (Ardea alba), ambas habituales en nuestra pampa: donde hay un humedal, allí se las ve.



Otra de las garzas, hermosa por cierto, es la Garza bruja (Nycticorax nycticorax): la primera es un juvenil y la segunda, un adulto con todas las letras.



Para poder sacar mejores fotos saltamos a una especie de isla y nos pegamos un julepe bárbaro, un Yacaré Negro (Caiman yacare) estaba enterrado en el barro y salió como una saeta hacia el agua, desde donde nos miraba con odio por haberlo despertado y asustado… por supuesto: el susto fue compartido.


Una de las mañanas me desperté temprano, preparé el equipo, tomé unos mates mientras esperaba que aclare y entonces lo vi, en lo alto de un árbol: un hermoso ejemplar de pájaro carpintero, poca luz aún por lo que la foto deja que desear pero bueno, es otro “lifer”. Carpintero Lomo Blanco (Campephilus leucopogon). 

En el descampado cercano al camping, cerquita de donde fotografié al carpintero, se podía ver cómo el sol hacía fuerza por subir…


Cruzando este claro encontré una familia de Mono Aullador (Alouatta caraya), pero eso… eso es otra historia. Se las cuento en Parque Nacional Chaco - Parte 2, próximamente…





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