En esta ocasión les
traigo a colación una historia entre dos aves que, como su título lo adelanta,
muestra una lucha de intereses, en ambos casos lo que esta involucrado es su
progenie. La historia tuvo lugar en la Reserva Natural del Puerto de Mar del
Plata.
Estos son los
protagonistas: Gallareta Ligas Rojas (Fulica
armillata), la negra… y Pato Overo (Mareca
sibilatrix), el colorido…
Como dijimos, por un
lado, tenemos a la Gallareta Ligas Rojas (Fulica
armillata), especie que, como es bien sabido, en su período reproductivo es
muy, pero muy agresiva ya sea con los de su propia especie o con otras aves.
Todos hemos visto en alguna ocasión esas persecuciones entre gallaretas que
carretean sobre las aguas persiguiéndose y en más de una ocasión se agarran a
las patadas, literal, e incluso terminan de espaldas al agua o sumergidas en la
intensidad del combate. Ese bullicio que hace que nos preguntemos ¿qué esta
pasando allá?, bueno es algo como esto:

El otro protagonista
de esta historia no tiene un historial de violencia, lo habrán notado por su
carita de ángel, se podría decir que “no posee antecedentes criminales”, es el Pato
Overo (Mareca sibilatrix), un ave que
es muy sociable, suele andar en grupos con otros patos, pero en período
reproductivo están en pareja y ambos miembros son muy dedicados al cuidado de
sus pichones que suelen ser muchos, a veces hasta 10 peques.
Aquí podemos ver a la
familia completa previo a que se desarrollasen los incidentes que motivan esta
historia, por lo que vi eran ocho pequeños y sus dos progenitores.
Se pueden diferenciar
los juveniles de los dos adultos por lo deslucido de su plumaje, vean un
juvenil y comparen con el adulto de la primera imagen
Todo
comenzó cuando esta familia se desplazó hacia unos juncos en donde nadaba muy
tranquila una Gallareta Ligas Rojas, como haciendo guardia…, de paso vean en la
imagen que se le nota esa liga roja en su pata que le da origen a su nombre
vulgar,
Como pueden ver los patos
adultos conocen del terrible carácter de las gallaretas y se colocan de modo
tal que el grupo de juveniles no se acerque a los juncos donde muy
probablemente este el nido de la gallareta
Pero
al igual que ocurre con los humanos los niños son niños y no hacen caso. Un
pequeño paso los límites y es rápidamente repelido por la gallareta, acción que
no le gusto en absoluto al pato adulto…
Y la
cosa se fue poniendo caliente cuando la gallareta hundió literalmente al
juvenil debajo del agua, motivo por el cual corrieron en su ayuda
Y comenzó la lucha
entre los adultos, aunque había juveniles que aportaron se grano de arena y
ayudaron a su padre y hermano
La pelea iba subiendo
de tono y parecía que tenían a la gallareta bajo control…
Se
hizo un impasse, la gallareta se replegó y los patos parecían disfrutar su
triunfo, aunque el adulto parece ponerle los puntos al juvenil que inició la
discordia...
Pero
al comienzo les dije que las gallaretas son muy agresivas y esta no es la
excepción, parece que solo se había replegado para tomar aire y allí va, cual kamikaze,
contra todos diciendo este es mi territorio
El ataque tuvo su
efecto, disperso a los patos, alejándolo del territorio gallateril…
Unos corrían sobre el
agua, otros nadaban y hubo quienes volaron… la cosa era escapar de esa ira
desenfrenada…
Las
cosas claras, ustedes allá y yo aquí, cada uno en su lugar y firmamos la paz.
Pero no todos
entienden, los juveniles son juveniles y hay que explicarle las cosas dos, o
tres veces quizás…
Y si es violentamente
parece que en el reino animal surge mejor efecto...
Y lo corrió bastante
fuera de los juncos para que le quede bien claro
Luego regreso a su
territorio para mostrarle al resto de hermanos que esto no es un juego
Y ahí se quedó, pavoneándose
frente a todos, y dejando en claro con quién trataban. Parecía decirles: “No
importa el número si se meten en mi territorio yo pelearé hasta la última pluma”
Unos minutos más
tarde todo retorno a su armonía cotidiana, unos por aquí continuando su atenta
custodia y los otros por allá nadando en paz en familia.
Días más tarde al volver a la reserva, encontré a
los Patos Overos aún con sus padres, se los notaba más grandecitos. En poco
tiempo ya comenzarán solos la aventura de vivir…
Por otro lado, cerca
de los juncos (lo que fue en su momento el campo de batalla) se podían ver
imágenes muy tiernas que justificaban en cierta medida toda la lucha por cuidar
lo que ocultaban los juncos
Como dije, al fin de
cuentas, ambas especies peleaban por lo mismo: proteger a su progenie, un
instinto que lo poseen la mayoría de las especies del planeta y parece
funcionar.
Espero les agrade este posteo y, como siempre,
deseo que deje alguna enseñanza, algún pequeño aporte para desentrañar este increíble
mundo de las aves. A volar…
DP: algunas fotos no son de lo mejor, técnicamente hablando, pero muestran la acción deseada. Sepan disculpar.